domingo, 29 de enero de 2012

Vértigo

Hubo un momento en mi vida en que me di cuenta de que había algo que me aterraba más que cualquier experiencia,dolor o miedo.
Aun recuerdo aquel día contigo en la playa.Decidimos escaparnos,entre al mar,a otra pequeña playa,buscando un rato de intimidad.
Todo fue idílico hasta que nos dimos cuenta de que la marea había subido.Tu sabías la solución,salir de allí por encima de las rocas.
No hay nada que aterre más a una chica con dos pies izquierdos que tener que ir dando saltos por las alturas.La pequeñez de las rocas tampoco ayudaba.
Tras una eterna travesía sobre las rocas solo un salto nos separaba de pisar la arena de nuevo.Un salto.
Sentí como se congelaba todo mi cuerpo.Pétrea se quedó mi expresión.El único movimiento apreciable era el de las lágrimas de terror cayendo desde mis ojos.Sabía que si me quedaba en aquella posición,de pie,sobre aquella roca,caería completamente desplomada sobre las afiladas rocas que me separaban de la arena.Bueno,afiladas o no,parecían sacadas directamente desde el infierno.
Eras completamente incapaz de ayudarme a bajar de allí y ,mucho más,de comprender lo que me sucedía.Creo que jamás podré experimentar una sensación de inutilidad semejante.
Por mucho que lo intente,soy incapaz de recordar como hice para bajar de allí,pero puedo apostar a que no fue gracias a ti.

Muchos años después de aquel suceso hubo una experiencia que me cambiaría para siempre.
Decidí ir a la ciudad a hacer un poco de turismo.Mis pies me llevaron a "El parque" donde fui ascendiendo,vislumbrando entre la noche la belleza de la ciudad.No obstante,no fue hasta el momento en el que llegué a la cima cuando me di cuenta de la hermosura de aquello.
Coloqué mis pies en el borde de la ladera,sin siquiera pararme a pensar la altura que me separaba de una caída fulminante.Las luces amarillas y blancas de los edificios,las torres de colores y esa colina de en frente que parecía imitar a una crucero atracando en el puerto,que por cierto,también se veía desde allí arriba,elevaron mi alma sobre toda la ciudad.
Cada vez que pienso en aquel momento vuelve a mi esa sensación de libertad.

A partir de aquel día,además de haberme enamorado perdidamente de la ciudad,no volví a sentir,ni por un solo instante,ese vértigo que me inundaba contigo,incluso cuando estaba al ras del suelo.

viernes, 27 de enero de 2012

La búsqueda

Ella,una hermosa joven que emprende un viaje por el mundo en busca del sentido de la vida.
Cuaderno en mano y cámara al hombro,anota cualquier frase o reflexión que escucha de la gente feliz que se encuentra por la calle y fotografía toda situación que le resulte peculiar o,simplemente,interesante.

Él,un joven que se gana la vida en cierta playa exótica,fotografiando,retocando y revelando fotos de los visitantes a cambio de un pequeño sueldo.


Nueva York.Ella conoce a un hombre multimillonario al que no tarda en seducir.Poca es la pasión,mucha la avaricia.
En poco tiempo se casan y deciden pasar su luna de miel en cierta isla caribeña.
Es el egocentrismo de la pareja lo que les lleva a contratar a un joven para que retrate cada momento que la pareja vive en la isla,a cambio de una más que considerable remuneración.
Ella y Él. Hora tras hora juntos,uniéndose conforme se manifestaba la distancia sentimental de la pareja.
Visitas clandestinas,pasión en recónditos lugares del hotel ante el morbo insaciable de poder ser descubiertos.
Ella se da cuenta de que hay algo más.Se da cuenta de que fuese lo que fuese lo que había estado buscando durante tanto tiempo,por una inmensidad de países, lo sentía a través de Él.


Pasan los días.Reportaje fotográfico hecho.Vuelta a la realidad neoyorkina.
(...)

domingo, 6 de febrero de 2011

Un momento cuco

Ni 90 años son suficientes para querer dejar esta vida.
Justamente esto era lo que pensaba la pareja,sentada en el sofá del patio de su pequeña casita con vistas a la playa.
Un álbum de fotos en mano y una última conversación.
-Yo era la más guapa,¿sabías? Era capaz de hechizar a cualquier hombre con una simple mirada.
-Aunque a veces no te lo haya demostrado,siempre habrá un muchacho capaz de hacer cualquier cosa por ti por esa mirada tuya.
Una declaración de amor o una disculpa terminal. Fuese lo que fuese,sus labios no pronunciarían otras palabras,sus ojos no mirarían otras caras ni sus pieles sentirían de nuevo la brisa de aquel lugar al que tanto les había costado llegar.
Así,con las manos entrelazadas y un álbum de recuerdos,comenzaban su sueño eterno.

sábado, 5 de febrero de 2011

borrador de un futuro

¿Era Paulina una ilustración de lo que ella llegaría a ser algún día? Quizás no en el sentido estricto puesto que la vieja y deshecha Paulina no era mas que un pellejo entrado en carnes que rebosaba dinero por los volantes de sus novísimas vestimentas. 
Aúnque adoraba a su abuela,no podía soportar la idea de ser una mera sombra del lujoso aire
 de una época pasada,que se murió junto con su elegante e infiel marido.
Ella quería ser grande,pero no grande como su abuela,sino una gran revolucionaria,una mujer capaz de introducir en la sociedad la idea del sufragio femenino,alguien capaz de salir a la calle mostrando su preñez sin avergonzarse,una mujer capaz de debatir a los más respetables y conservadores hombres que tenía ante ella.Ésa quería ser ella.